Desde los injustificables ataques de Hamás contra civiles israelíes, el ejército israelí ha matado a más de mil cuatrocientas personas en Gaza, donde además ha cortado los alimentos, el agua y la electricidad a más de dos millones de personas. En el momento de escribir este artículo, se está efectuando una limpieza étnica masiva. Israel está desplazando por la fuerza a más de un millón de personas mientras prepara una invasión terrestre. Todo esto son graves violaciones del derecho internacional, lo que por décadas el gobierno israelí ha hecho con impunidad y con el apoyo material y político de Los Estados Unidos.
Entre los muertos en Gaza se encuentran al menos nueve periodistas palestinos. Alrededor de cincuenta oficinas de medios de comunicación en Gaza han sido destruidas. El Sindicato Nacional de Escritores NWU, en solidaridad con el Sindicato de Periodistas Palestinos y la Federación Internacional de Periodistas IFJ, condena las acciones del ejército israelí y su ataque específico a la prensa, que ha socavado aún más la ya débil transmisión de noticias desde la Franja de Gaza a la resto del mundo.
NWU hace un llamado a los medios de comunicación occidentales, especialmente aquellos con sede en América del Norte, a cubrir esta guerra de manera objetiva, imparcial y con el contexto histórico adecuado. Gran parte de la prensa dominante se ha apoyado en información no confirmada y en representaciones de funcionarios militares y gubernamentales israelíes, excluyendo otras fuentes. Sabemos por experiencias pasadas, incluidos los errores del período posterior al 11 de septiembre, el papel que pueden desempeñar los medios de comunicación a la hora de fabricar consentimiento para una guerra injusta.
NWU recomienda a todas las organizaciones periodísticas que no repitan esos errores. Condenamos el silenciamiento y las represalias contra los trabajadores de los medios musulmanes y árabes y contra quienes expresan opiniones críticas y disidentes.
NADIE DEBERÍA SENTIRSE OBLIGADO A JUSTIFICAR CRÍMENES DE GUERRA.
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